La carrocería de nuestro auto puede perder el brillo que traía de fábrica con el paso de los años. Para abrillantarla de nuevo, conviene saber qué productos son los más adecuados y cómo utilizarlos correctamente. No todos los métodos que existen actualmente te permitirán conseguir los mejores resultados.
Si sigues los siguientes pasos, lograrás que tu vehículo parezca nuevo otra vez. Un proceso algo más laborioso que la simple limpieza de la carrocería, pero cuyos resultados merece la pena aplicar cada cierto tiempo.
Limpia siempre antes de abrillantar
Antes de abrillantar tu auto debes limpiarlo a conciencia. Dependiendo de lo sucio que esté, tendrás que recurrir a uno de los siguientes métodos para asegurarte de que quede bien. No es lo mismo limpiar un vehículo con tres años, que uno con nueve. El segundo tendrá impurezas y suciedad incrustadas en el esmalte, que conviene hacer desaparecer antes de abrillantar.
Lavado con jabón
No pueden quedar manchas o restos de suciedad que empañen el trabajo de abrillantado que vas a hacer más tarde. Si tu auto tiene manchas difíciles, como resina, mosquitos o heces de pájaro resecos, esmérate en eliminarlas por completo.
Puede que con los típicos túneles de lavado o mangueras de agua a presión no sea suficiente. Hay productos bastante baratos que se pueden aplicar con una esponja sin que se raye la pintura. Puedes usarlos para lavar toda la carrocería o al menos para repasar las zonas que se resistan si ese es el caso.
Aplica el pulimento
Este paso consiste en eliminar los rayones superficiales y el esmalte que ha perdido su brillo. Para ello normalmente se usa un pulimento “medio” para eliminar la capa superficial y otro “fino” para abrillantar el esmalte que quede al aire. El resultado si se hace bien es un vehículo tan brillante como cuando era nuevo.
Si no tienes los productos y materiales necesarios, lo mejor es que te decantes por un pack en el que vengan los dos tipos de pulimento y las esponjas. Los pasos para aplicarlo son los siguientes:
- Cubre toda la superficie de la esponja con el pulimento “medio”.
- Ya sea a mano o con una máquina, ve pasando por toda la carrocería sin olvidar ninguna parte. Se trata de desgastar la capa más superficial, así que no aprietes demasiado. Si aplastas la esponja del todo es que te estás pasando de fuerza. Puedes incidir un poco más en las zonas donde haya algún rayón persistente, pero no olvides que no se trata de quitar todo el esmalte.
- Quita el pulimento medio con un paño que no raye y que no deje pelusa. El típico hecho con sábanas viejas de algodón es el mejor, aunque uno de microfibras también te puede valer.
- Repite el proceso con el pulimento “fino”. Si lo haces a mano, que sea en círculos pequeños y rápidos. No uses la misma esponja que has utilizado para el pulimento “medio”.
Antes de nada, mira las instrucciones del producto que vayas a usar, por si la marca en cuestión tiene alguna particularidad.
Los rayones que se pueden eliminar y los que no
Para diferenciar los rayones que se pueden eliminar con pulimento de los que no, basta con tener claro un principio: si ha atravesado el esmalte de la pintura no hay nada que hacer. No siempre es fácil saber si esto ha ocurrido, porque con el tiempo se llenan de suciedad. Si has lavado bien el auto, la mugre habrá desaparecido por completo.
Si ha atravesado el esmalte, lo sabrás porque el interior del “rayón” no tiene brillo y porque normalmente es de un color algo más claro. Si no lo ves a simple vista, puedes usar una lupa. De esta forma te ahorrarás seguir incidiendo con el pulimento sobre un desperfecto que no tiene solución por mucho que lo quieras abrillantar.
Esperamos que estos tips de cómo pulir tu auto te sirvan para dejarlo nuevo como el primer día.